18 mar 2021

La cadena quebrada



Querida Elis, 

¿Puedes recordar nuestro verano? Yo sí, también recuerdo el veneno de la corte y tu hielo, Soltaste mis manos y las entregaste a otra. Ese es tu amor? Será que la que entregaste tu corazón a cambio del trono de jade. 

Tomaste mi voluntad, mi soberana. Yo lo di todo, mis manos, mi corazón incluso mi tierra, por más insignificante que sea. Comparado con el Imperio. Nada fue suficiente para La luz del poder. 

Sangre dias por tu mirada, mi flor de hielo. En las vísperas de mi noche nupcial, solo tu nombre podía invocar. Asi como todo termino, algo que nunca debió existir. 

Se que la guerra con el Reino de Mantor es el sueño del fuego de Silas. Sin embargo, te pido como quien alguna vez compartió la copa y descanso, no  marches sobre las heladas estepas de ese reino de sombras y nieve. Que el poderío de la armada Carmesí proteja a nuestro amado Imperio de sus enemigos.

   

                                                                                            Alaistar,  Conde de Belial


Satine terminó de leer la carta, el tono de su voz había sido lo más neutral que pudo, pero el leve desdén se filtró. Su mirada se mantenía en un punto alejado, lo más posible del sillón donde se encontraba la emperatriz fumando. El romance y las penas de amor, le eran ajenas. Pero se mantuvo callada, ante la mirada expectante de la novicia Moira que estaba en el escritorio redactando las comandas imperiales. El olor a tinta y cobre era el perfume habitual en ella. 

Los informes de todos los puntos del Imperio se encontraban desparramados en el suelo, así como varias cartas, mapas y borradores de tratados comerciales. El carromato imperial se encontraba en un estado caótico y decadente. Los vestidos estaban arrugados y apilados como una montaña multicolor en la cama imperial. La luz amarillenta que se filtraba de las ventanas, apenas iluminaba a las mujeres. 

El sonido de un chasquido de una de las ventanas hizo que la sacerdotisa se levantara con prisa y la abriera, le entregaron una pila de cartas y comandas. Era pequeña a comparación con las recibidas, en el escritorio se dedicó a mirarlas rápidamente para clasificarlas. Dos estaban selladas con magia, el sello del ojo semicerrado y el otro una lágrima con una estrella de 5 puntas. Quito los sellos y se las entrego a la emperatriz con temor _Luz del Poder_Su voz respetuosa_ Las lágrimas derramadas se convertirán en la espada que eliminara a sus enemigos_

Satine caminaba de un lado a otro, nerviosa. ¿Eran buenas noticias? se preguntaba. La emperatriz le tendió una carta para que la leyera en voz alta. El sello de la lágrima le era familiar pero no lograba recordarlo. 




Al escriba del palacio esmeralda,


    El matrimonio del Conde de Belial y Nazneen de Moriah se llevó a cabo en el ciclo del Escorpión. La noche de bodas se extendió 3 días, en los cuales los novios no salieron de la habitación. La nueva condesa está esperando el heredero de ambos. 

Siguiendo sus órdenes, se realizó la vigilancia a Hyperion de Marat, Duque de Morthyth, Bastian de Febe, Duque de Belial y a la sacerdotisa Akrasia de Ymir, novicia personal del Duque de Morthyth. 

Se confirman las sospechas de una intriga contra el imperio, los cargamentos de armas de Belial que supuestamente fueron “saqueados” por piratas, se encuentran en la capital de la ciudad -estado de Morthyth, Titania. 

Adjuntamos las cartas y el sello de los nobles que confirman la autenticidad de las mismas.


                                                                                Que el río lo lleve a los pies de Thassa. 


Tanto Moira como Satine miraban la expresión de alegría y alivio de su gobernante, la primera después de tantos meses de tristeza e ira. Eso las perturbaba mucho más, eran las peores noticias. Traición, intriga y una posible pérdida de dos ciudades- estado. Pero la Luz del poder, sonreía mientras apagaba su pipa. 

_Ya descanse lo suficiente _Declaró mientras se ataba el cabello de manera descuidada_Ahora podremos ponerle un punto final a la rebelión_