21 sept 2023

El caos y la araña



Continuación de La mecánica de la telaraña

El olor a grasa quemada flotaba en el aire al atardecer, la calle de los artesanos poco a poco se vació de gente. La calidez en las paredes de piedra persistía como brasas en la capital imperial. Ese día era el último del ciclo, mañana sería un día de festejo de la llegada del ciclo del tigre. Familias, parejas y trabajadores caminaban entusiasmados a los puestos de dulces y cerveza después de una larga jornada. 

Lady Satine comía unos dulces ambar azucarados que le recordaban a su hogar. Valmor rompía las semillas de pistacho con sus perfectos dientes escupiendo las cáscaras como un vulgar borracho. No hablaron por un rato desde que salieron del taller de Victtorie, la artesana de cabellos rojos y mal carácter. Según la mujer las imitaciones de joyas de la dinastía era un negocio rentable en las cortes de Thai-Shum y Tamaran. Pero esas piezas nunca llegaban a los territorios del Imperio, por obvias razones. Quien envió esa corona fue un novato o era un traidor que sabía exactamente lo que hacía. Una perdida en monedas de plata concluyo la noble. Velmor se divirtio manipulando las emociones de Victtorie cuando esta bajo la guardia. Sin embargo, ninguna de las mujeres tenía información útil cosa que frustró a Satine. 




_Tiene sentido pero a la vez no lo tiene_ Dijo por fin Satine que terminó por devorar todos sus dulces y miraba con ansiedad la bolsa de semillas de su sacerdote_ No tenemos una respuesta clara, tampoco un culpable_Gruño. Cuando llegara al palacio tendría que asistir a las reuniones del consejo, reportar a la emperatriz y además comprobar si los nobles habían recibido lo que habían pedido. La falta de la madre imperial en la corte es evidente como peligrosa, tal como habia predicho la novicia Moira. 

El  sacerdote abrió otra semilla con los dedos con un ligero crack_La imitación fue echa por un joyero de Thai-Shum y fue comisionada como regalo a una amante cortesana del palacio esmeralda que, casualmente es donde se encuentra hospedado su príncipe heredero. Esa es una respuesta_Dijo comiendo la semilla con parsimonia. Se dirigen al palacio por el camino del comercio muy cercano a los puertos, a lo lejos pueden ver las velas de los barcos, los puestos iluminados y el olor a madera podrida mezclada con solvente._La otra puede ser que un miembro de la corte de hierro con conexion con Tamaran quizo hacerle un regalo a su exigente prometida y en su intención de impresionarla fue desastroso para la mujer_ Se escucha una multitud de voces del puerto, unos niños vestidos de amarillo-ocre corrieron hacia la muchedumbre saludando con la mano a Velmor que les entrego la bolsa con el resto de los pistachos. Una multitud avanzaba de un lado a otro, por el rabillo del ojo podia ver a su sacerdote guardar sobres en los pliegues de su abrigo asi como entregar monedas de plata y cobre a diversas manos. La red de informacion de la ciudad debía mantenerse a base de monedas y favores que Satine le resultaba molesto ser  ignorante. 

Ese camino hacia el palacio es el más largo, tortuoso para Satine pero Velmor habia insistido ya que tenia que “respirar” la ciudad. Ademas le debía el favor por el aceite de lirio cosa que lamentaba pero su pierna mecánica fallaría de manera desastrosa si no la mantiene de manera adecuada. 

_No hay pruebas. Ya lo dijo Zorzal “sin pruebas no se puede accionar”_Replico agotada la joven se preguntaba cuanto salían los palanquines que circulaban sin cesar por toda la capital. No debían ser caros. Comenzó a buscar uno vacío pero parecía que toda la ciudad desperto de un breve sueño para moverse frenéticamente. _Nuestra magnánima emperatriz no es tolerante a los juicios erróneos_ No quería tener que lidiar sola con las intrigas palaciegas que perdieron su encanto cuando su trabajo como dama de compañía se habia convertido en algo más que ostentar vestidos y riqueza. 

El consejo de las flores estaba fragmentado por lo sucedido en Morthyth y Belial. Las diferentes nobles tenían que enfrentar lealtades con la tierra que eran responsables y el Imperio que los protegía. Todas temían que sus parientes terminaran como la familia exterminada de Morthyth, asi como sus conexiones. La mayoría tuvo que partir de la corte sin títulos, ni territorios. Solo su vida y la promesa de no agresión al llegar hasta los límites del Imperio. Esos puestos no tardaron en llenarse con miembros de la familia Oshunm que demostraron que en la corte su importancia solo la daba la Luz del Poder. O la madre imperial que se encontraba en Loth extendiendo su puño de hierro. El compromiso del príncipe era visto como una jugada sensata pero otros temian que el primogénito de Silas se contagiara de la fiebre dorada de la corona como su primo el infame león de Loth.


 

_Querias resolver esto, es la solución que tenemos hoy_ Dijo Velmor con poca paciencia, una joven con una túnica naranja se acercó al sacerdote. Este le extendió una monedas de plata que guardo con una expresión amarga. La chica no es atractiva o esta arreglada como la mayoría de los devotos de Totheal._ Estamos en tiempos complicados como para fijarnos en detalles_La devota intentó tocar a Velmor pero se arrepintió alejándose con una expresión de amargura. Satine abrió la boca pero lo penso mejor, nada sabía del pasado de Velmor. Cuando le pregunto sobre su entrada al sacerdocio se limitó a hacer una mueca burlona diciendo que le permite disfrutar de todos los placeres. Sin embargo, tenía la misma expresión de resignación que la novicia Moira. Ella le dijo que aveces uno no puede alejarse de aquello que es parte de uno aunque lo odie. Se preguntaba si hablaba de ella misma. 

El sacerdote apuro el paso molesto tratando de poner distancia considerable entre el puerto y ellos. Una muchedumbre se habia juntado en la dársena sur del puerto, podían distinguirse las lanzas con lazos verdes y plata de la guardia de la ciudad. Los barcos que llegaban del Mar Srkar solian ser esperados por parientes y comerciantes por igual. Una suerte de noticias para el pueblo y tesoros a comerciar. 

Lady Satine le dio la carta de la novicia Moira con la esperanza que su novia le diera alguna pista de que sucede con la marquesa y el príncipe  Zulficar. Según la emperatriz ambos debían estar separados por el bien del Imperio. _La misión de lealtad en Belial va a terminar mal_Declaro la noble, eso estimaba la mayoría de las nobles del consejo de las flores_Es una jugada costosa reemplazar gobernantes en las ciudades-estado. Se van a perder territorios por ese capricho_ La tierra del fuego destructor es cuna de las armas del ejército carmesí, sin ellas y con ciudades-estado rebeldes. La luz del poder tenia que pensar muy bien donde sus manos se extienden. 



_No repitas las palabras de tu amante_Reto Velmor leyendo con aburrimiento la carta, como le molestaba los acertijos y dobles sentidos de las sacerdotisas de Cassia. Suponía que era una regla expresarse son laberintos dialécticos aunque fueran bonitos son poco útiles para la práctica. La expresión bochornosa de Satine le gusto. Zorzal opinaba demasiado de lo que la luz del poder debía o no hacer. Además que no era secreto que tenia sus intereses en que la marquesa volviera a la corte._Es tradición que el emperador cambie los gobernantes de las ciudades-estado, es su manera de dar balance al poder. En cuanto llegue la noticia de Belial o Loth, la corte y el consejo de las flores van a cambiar las alianzas y el poder va a estar en manos de quien cayeron en gracia. Diría que te mantengas  neutral y aproveches a hundir a Lorcas de Sidorel y a todos sus aliados. No escatimes recursos, no tiene que volver a levantarse._ Termino devolviéndole la carta. Sin agregar nada más, seguramente tendrán que esperar a una nueva carta de la marquesa o de algún noble que les informara que sucede más allá de la corte. Las sacerdotisas de Cassia tienen un hermetismo que había empeorado con los ciclos, las reemplazantes de Moira no eran las mejores informantes. Las calles aledañas al palacio estaban llenas de gente de todo tipo algo inusual para esa hora del  dia, los guardias de las puertas apenas se veían. 




Para ingresar al palacio se debe atravesar una de las arcadas de piedra que corresponden al norte, sur o oeste para luego cruzar una plaza y las escalinatas de piedra de esa puerta. Se abrieron paso entre la gente que intentaban ingresar o dejar peticiones en las arcadas para que alguno de los consejos las leyeran. 

Lograron cruzar la plaza esquivando ministros, nobles y sirvientes que llevaban cartas lacradas. La mayoría miraba a su alrededor con nerviosismo, hablando en susurros y ocultando sus manos en las mangas o en los amplios bolsillos de sus túnicas. Satine sentía un zumbido de incertidumbre que aumentaba al llegar a las escalinatas de piedra. Su sacerdote puso su cara de indiferencia, la misma que pone cuando algo lo preocupa. Habían ejecutado a la marquesa Giska en Belial? La muerte de un pariente de la dinastia podía provocar ese ambiente de incertidumbre y malestar. 

En el portal de entrada principal el mayordomo Zorzal se encontraba rodeado de gente, nobles de las diferentes naciones reclamaban su lugar en la corte. Los guardias los mantenían a raya mientras el mayordomo les ignoraba, estaba indicando el cambio de estandarte de las torres. Cada vez que un ciclo termina se cambian los estandartes de acuerdo al que inicia. Las telas amarillas serían reemplazadas por las naranjas del ciclo del tigre.

Un sirviente vestido de gris corrió hacia el mayordomo y le tendio un sobre lacrado con una llama y dos estrellas. Este hizo un gesto de afirmación a los sirvientes de las torres y se desplegaron en cada torre un estandarte verde con una estrella plateada en el centro. 

Satine y Velmor miraron esas telas ondear en el cielo que oscurecia por completo. Nunca en sus cortas vidas pensaron que verian los estandartes de la dinastía en el palacio. La señal de que que la guerra habia comenzado. El imperio declaraba la guerra.


No hay comentarios: