23 oct 2022

Fiesta de la ceniza y las sombras

 


Continuación de La corte de hielo y piedra

La ladera de la montaña era un paisaje desolador, la nieve estaba sucia por el deshielo y el paso de la multitud congregada en la fortaleza del rey Jensen. Al limite del territorio del Imperio las antorchas se veian como luciernagas moribundas. Zathrian observaba en interior del salón donde se llevaba a cabo la boda de su prima con el archiduque Tyr de Behemoth. Las rusticas lamparas de aceite no iluminaban lo suficiente. La luz de las lunas se encontraba escondida por las montañas. Pese a ese ambiente sombrío,  la ruidosa asistencia de los generales y la familia real de Mantor es alegre.  

El príncipe heredero podía distinguir a todos sus hermanos, su padre se aseguró que todos fueran considerados iguales, sin importar de que mujer provenian. Sonrió al ver a los gemelos Mattias y Isaias, sus cabellos alborotados y sus ropas llenas de nieve les daba un aspecto de campesinos y no príncipes. Podia notar como habian crecido porque llegaban a las costillas de su padre. El segundo príncipe, Urke, hizo su aparición se sentó en una mesa proxima a la del rey.  



Los novios estaban sentados en la mesa principal. En una mesa apartada estaba la familia del archiduque, los padres, su hermana y sus sobrinas. Tenian una mirada sombría, asqueada. Los generales se apoderaban de la comida como un botín de guerra y se disputaban las jarras de vino en términos de vida o muerte. Los gritos podían viajar con el viento hasta el balcón donde el príncipe heredero los miraba. Urke saludo a los capitanes y generales que tenía cerca, el resto de sus hermanos no se atrevían a acercarse a la mesa o al balcón donde el principe heredero se encontraba. 

El pastel de bodas estaba decorado con flores silvestres fue colocado en frente de los comensales, esperando que la nueva pareja lo cortara. Una de las sobrinas del archiduque intentó levantarse, pero su madre la sentó de nuevo con un tirón del brazo. La niña escondió su rostro mientras los adultos miraban a la mesa principal con frialdad.

Matthias corrió hacia la mesa principal exigiendo un pedazo de la torta, sus manos sucias se extendieron a las flores, arrebato algunas para comérselas. Jensen río mientras llamo a una doncella para que se lo llevara junto con Isaias.  



Su prima vestía un elaborado vestido rojo, su cabello rubio trenzado brillaba. En su rostro enrojecido por el alcohol podia apreciarse rastros de maquillaje. El novio no la miraba, simplemente sonreía a su suegro y al rey pregonando planes de conquista. Zathrian se preguntaba cuanto le duraria la alegría a los recien casados, los planes de su padre eran un misterio y dudaba que un extrajero tenga una incidencia en ellos. Además que la fama de su prima no era la mejor en la corte negra ya que su prima es generosa con su amor y su lecho.



Urke de Lamia , el segundo príncipe como le decían tenía su mirada fija en su copa, ignorando al rey y al primer príncipe. Desde la muerte de su madre, el segundo príncipe se encontraba lejos de la corte negra. En Bahia Silenciosa donde cuidaba de la ciudad-fortaleza marítima, Rohana, la bella. Honor que su padre le habia concedido para compensar la falta de su madre.

La mirada de Jensen se fijó en su heredero extendió su copa hacia uno de sus generales que atravesó el salón tropezando en el camino con las mesas y sillas. Al llegar al balcón donde se encontraba el príncipe Zathrian, la alegría huyo de su rostro. El joven parecía la encarnación de su dios Lothar, el oscuro señor de las montañas. Sus cabellos negros y la piel de lobo gris en sus hombros evocaban al de un joven Jensen. Como un presagio de un futuro próximo, el general se inclinó temeroso pidiéndole que se acercara a la mesa principal. 

De mala gana siguió al general hasta su padre, los gritos y las apuestas para beber estaban aumentado así como la borrachera de los novios y la buena predisposición del rey. La semi sonrisa y la mano posada en el borde de la copa indicaba que ya tenia suficiente con las palabras de su hermano o el yerno. 

Los novios se retiraron para celebrar la noche nupcial, la costumbre era internarse en la montaña por tres dias después de ese lapso eran oficialmente marido y mujer. Pero el archiduque ajeno a las costumbres de Mantor se le concedió su noche de bodas en el ala Este del castillo, la parte vieja. El techo estaba roto en varias partes y una parte se encontraba derrumbada. La expresión de disgusto del noble era evidente pero como había dicho el rey, eso era mejor que una cueva perdida en la cordillera. Para un hombre de una tierra extranjera segun Jensen y los patriarcas era un lujo. 



Zathrian se sento junto a su padre que llamaba a su hermano menor, Urke. Las miradas de los principes se cruzaron brevemente, el heredero llevo su mano a su regazo donde escondia el puñal y el segundo príncipe mostró de manera velada, su puño izquierdo lleno de anillos con piedras afiladas como ornamento. 

Los tres se mantenían en silencio mientras los nobles seguian a los novios internarse en el castillo. Solo habian quedado los tres generales principales como testigos de la reunión. 

_Urke, ya es tiempo_ Dijo Jensen con orgullo. Uno de los generales tendió una daga negra y un compas. Los ojos grises del joven príncipe brillaron con ambición_ Desde ahora dirigirá la flota negra. Su almirante Urke de Lamia_ 

El rey y los generales felicitaron al príncipe que entonaba con arrogancia su juramento de lealtad y agredecimiento. Desplegaron el mapa del continente, colocando las figuras y la estrategia que los llevaria a la gloria. 

El principe heredero mantenia sus puños cerrados y su mirada en un punto lejano del salón, murmuro una felicitación.  Su padre lo mando a buscar los caballos para partir al castillo negro, a modo de castigo por su actitud. No le sorprendia que Urke tuviera la flota, no en vano se habia refugiado en Rohana, pueblo natal de su fallecida madre.

Los gritos de los nobles se escuchaban a lo lejos, podia distinguir los gritos del General Otto, los retos de los patriarcas y las risas ahogadas de las damas. Por el rabillo del ojo creyo ver un destello verde oscuro como una luz tenebre de las tierras de Lothar.

El principe heredero corrió a los establos tratando de ocultar su enojo. La guerra comienza. Mientras que su hermano pequeño se convertiría en un heroe, un guerrero respetado por los generales y el pueblo. Él se mantendrá protegido en los muros de la fortaleza negra. Como un cobarde, un blando  Podia oir la voz de su madre repitiendo hasta el cansancio, que él era el único heredero, nadie podia ser el primer príncipe si él vivia y frases por el estilo que lo acompañaron toda su vida. 

Tomo las riendas del caballo de su padre con fuerza y el animal protestó pero el principe lo ignoró. El olor del establo quedo eclipsado por otro madera quemada no cualquier madera, roble negro que se encuentra solo en los templos de Cassia del sur. La figura de velo negro se acercó mientras el joven miraba como las nubes bajan a la ladera de la montaña dejando el cielo despejado. 



_Como le informe primer príncipe, su padre le dará la gloria de la guerra a su hermano menor_Dijo la sacerdotisa de Cassia _Después quien sabe cual va a ser la cabeza que la corona negra conozca?_ Agrego Kainda. Trataba de mantener la compostura pero estaba cansada, las fiestas en Mantor eran salvajes y prolongadas. Sentía que iba a vomitar la cerveza y el ciervo crudo que le habían servido. La expresión de frustración de Zathrian empeoró. Caliban empujó al príncipe para salir como estampida chocando contra el muro de piedra derrumbado que servía como división entre la granja y el establo. El caballo del rey se lastimó una de las patas quedando indefenso en el suelo. Los relinchos y movimientos desesperados del animal llamaron la atención de los nobles que volvían del acompañar a la pareja. Todos observaban la situación expectantes, esperando la presencia del rey para que termine con el sufrimiento del animal. 




Sin embargo, el primer príncipe saco su daga corta con la maestria de un carnicero cortó el cuello del animal. La sangre empapo el suelo de por si sucio por el barro y la nieve. Caliban habia sido un animal caprichoso, no dejaba que ninguno de los príncipes lo montara, incluso cuando Jensen quería llevar a uno de sus hijos en su grupa este se mantenía inmovil. Orgulloso y terco. Su pelaje marrón oscuro estaba corto ya que la época cálida se aproximaba. 

Zathrian se quedo mirando la muerte del animal limpiando la daga con tranquilidad, su padre se acerco con pesar. Amaba ese caballo y su hijo lo sabía. Jensen consoló al animal mientras el primer y segundo príncipe esperaban las órdenes de su padre. 

_Almirante Urke de Lamia ya tiene sus ordenes_ La voz del rey negro es pausada casi como un eco fantasmal o el viento montañez_ El Príncipe heredero ira a la fortaleza de Lorcas a protejer nuestra frontera_

El heredero solo asintio sintiendo que le quemaba el rostro de verguenza y ira. Lo habia desplazado al recóndito lugar donde Lothar no ponia sus ojos pero Cassia podria escucharlo.


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