6 nov 2017

El sueño dorado del traidor

Jean Paul Gaultier Couture S/S 2007

¿Dónde están los campos fértiles de Loth? Se pregunta un peregrino, angustia y terror siente en sus viejos huesos. ¿Dónde está el trigo dorado?
Guerra, dicen los hombres que anhelan la cabeza de la joven emperatriz.
El silencio violento se apodera de las mesas y el frío en las sabanas de los amantes. Una ira que solo la conocen los débiles y humillados. La misma que sed que pedía la sangre de Silas, se apodera de las manos y las palabras de quienes aman.
Las casas de piedra y árboles frutales orgullo de esa ciudad se ven sombrías.
Es Prior de Midas, primo de Silas quien envenena los corazones. Sus amarillentos ojos posaron sobre la corona y sigue su resplandor en sus sueños. Por el oro de Taraman, Prior condeno de hambre al imperio.
Sumisión, aconsejan los nobles de la corte. Temerosos de los ejércitos del Sur, la rebelión de los pobres y las miradas de las sacerdotisas.
Como el viento antes de la tormenta, todos sienten su inevitable pasar.
Presagio de un sol resplandeciente, el usurpador cabalga hacia las montañas de ámbar. Crea una victoria de sangre y oro bañara su cabeza. Sin notar que las rocas ocres se teñían de negro, lentamente el león vengador de Loth fue rodeado por la guardia obsidiana.
Rápidas como el viento del desierto, letales cual serpientes moriscas. La guardia oscura ejecuto al imprudente traidor. Su cabeza fue el trofeo de esa noche, para decorar los muros de la capital.
_Yo soy Elis de Azzel, Emperatriz del continente_ Clamo la joven. En sus ojos, la templanza de la madre pero en su voz las palabras de su abuelo resonaban. _Este es mi trono y mi corona quien dude, o repele de mí. Conocerá el frió acero de la hermandad de la sombra!_ Sentencio.

Los nobles, el pueblo y las sacerdotisas inclinan sus cabezas ante la Luz del poder.

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