_Querido hijo_ Interrumpió Ferir de Volta, padre de la viuda se acercó a la mesa. Su ropa estaba impecable pero el olor de óleo de violetas apestaba donde se movía. Adrestia se presentó ante la madre imperial con la cabeza gacha. No le había dado tiempo a darle algún tipo de permiso. Zulficar tomó nota mental del miedo en los ojos de la mujer cuando su padre estaba cerca. Eso tendría que corregir. Su suegro comenzó a hablar con mesura, repitiendo palabras como negociación, mercancía y beneficios. Los comerciantes devenidos en nobles son la peste de las cortes de las ciudades estado. Silas mantenía su corte limpia de esos advenedizos, compradores de títulos nobles. Ferir estaba contando las monedas del tesoro imperial.
_Igualmente si su hija falla como esposa. No se va a poder negociar nada_ Repuso el mayordomo de palacio manteniéndose a la izquierda del príncipe con una copa llena de vino. Por el color debía ser vino de naranjo. Darcio lleva su joroba como un accesorio más en su vestimenta. Austera, impecable y elegante.
Ferir se sentó a la derecha de Zulficar como un igual al príncipe comiendo la carne de ciervo con las manos. Tenía la mirada torva sobre el mayordomo que sonreía sin verguenza o miedo._Mi hija dara muchos nuevos tallos para la gran dinastia _ Aseguró mientras trituraba un hueso. La visión de la carne masticada con la grasa escurriéndose de la boca del suegro hizo desaparecer el apetito al príncipe. Se preguntaba si su madre se enojaria mucho si elimina a toda su familia política.
_Retoños que te ocuparan el despacho, Volta_ Contestó el mayordomo con sorna_Son hijos de la dinastía_ Subrayó mientras tomaba un trago largo. Miró su copa vacía y un sirviente de la nada la llenó nuevamente. Debían estar al pendiente del mayordomo del palacio. Zulficar observó de reojo a su tío, había algo en él que lo evocaba a su hermano Neron. Apretó su propia copa y tomó un trago para sacarse el mal sabor de la boca.
_No quiero alterar a su majestad en este dia de alegria _ Empezó Ferir con un tono seco_ Se observaron movimientos en la frontera con Abbadon. Creímos que eran las habituales escaramuzas de las familias patricias. Pero las hermanas de Cassia nos confirmaron que van a celebrar un concilio de paz. La mirada del príncipe se poso inmediatamente en su madre que hablaba con su sacerdotisa._Su madre fue quien lo confirmó _ Siguió, con una semi sonrisa. Un cachorro siempre busca a su madre.
_Esos concilios siempre terminan en una familia patricia menos_ Acotó avergonzado Zulficar. La guerra era útil para sacar a la luz a los enemigos y oportunistas._El verdadero problema es la República libre_ Declaró con dureza. Las miradas entre sorprendidas y de pena que humilló al príncipe. Su mente fue invadida de incognitas: que sabían ellos que él no? Había un enemigo peor que la Republica libre o el pequeño reino helado de Mantor?_O Tamaran_Dijo esperanzado que cambiaran ese semblante de disgusto. Sería realmente que el fin del Imperio realmente ocurriría?
El mayordomo tomó un pequeño sorbo posando sus ojos en la madre imperial que aconsejaba de manera enérgica a su futura nuera. Adriestia mantenía la cabeza gacha y sus manos parecian pequeñas garras aferradas a su vestido. _La República libre tiene su propia guerra civil, por lo que se sabe_ Contesto de manera pausada como si explicara que después de la noche viene el día._Por los informes que llegan de los comerciantes, la muerte de varios lideres de gremio de la cadena hizo que la desconfianza de los clanes hermanados fuera irreconciliable. No pasará más de un ciclo sin que tengamos nuevas noticias de fuegos en las montañas._ Siguió mientras sonreía a una noble de pecho generoso.
La risa del suegro es sonora como el relincho de un cerdo_Eso es una estupidez_ Ladro al tío del príncipe _Solo murieron 6 líderes de gremio, de los 121 gremios conocidos. Es un numero ínfimo! ¡Infimo!_ Dijo señalando con los dedos brillantes de grasa
_Si Mantor consigue una o más victorias en esta guerra, se le unirán ellos y los demás. Todos quieren un pedazo del Imperio y cumplir sus patéticas venganzas_ Vocifero Darcio.
Zulficar sentía que estaba perdiendo información, algo sucede debajo de sus manos y no podia discernir entre la amenaza real de las meras sombras de la envidia. Enfrente de su mesa, su madre despedida a su futura esposa con un gesto lánguido de cansancio.
Con una expresión de hastío el mayordomo continuo _ Murieron líderes del gremio, jefes tribales y cantores de la luna en el festival de la cosecha!_Derramó el vino por la mesa en el movimiento con las manos. Ambos hombres parecían dos borrachos de un bar de mala muerte apunto de iniciar una pelea por algo estupido. Aunque ellos eran nobles y el motivo no era tribal. El anuncio de la guerra fue una comanda imperial a su madre que pedia que Zulficar despues de casarse tomara el mando como general del ejército carmesi. El deseo del corazón del primer príncipe, el sueño que lo desvelaba cada noche y día. Sin embargo, una duda se instalo en sus ojos. ¿Que había pasado para que su hermana, rodeada de los velos esmeraldas y las flores espinosas del consejo permitiera una declaración de guerra que podría destruir al Imperio si fracasaban?
No hay comentarios:
Publicar un comentario