28 jul 2008

Marea de medianoche



Esperarlo es inútil, no va a volver al infierno en donde nos odiamos.
Aun siento ese helado fuego recorriéndome el cuerpo, la tranquila desesperación con que te sueño.
¡¿En donde estas?! ¡¿Adonde te fuiste?!...
Las lágrimas de sangre de aquella luna oscura, hizo un río...
Lloró por mi,
Lloró por ti.
Devoró la oveja al lobo sin ninguna piedad. Él no esta aquí y duele como una herida fresca.
Él no esta y eso me molesta, mi pequeño juguete huyo de mi, sabia su destino: amarme o morir.

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